¿Qué visitar en Moclín?
En este apartado ponemos a tu disposición los principales recursos turísticos de la región.
¡No te los puedes perder!

Uno de los puntos turísticos más importantes de Moclín se sitúa en el Santuario del Cristo del Paño, donde se encuentra un lienzo del Nazareno con la cruz al hombro y que es venerado por miles de fieles. Es decir, que atrae principalmente a un turismo religioso, aunque en los últimos años esta tendencia ha cambiado un poco. Para entender su importancia e interés turístico, debemos aproximarnos un poco a su historia.
Cuenta la tradición oral, que el lienzo fue utilizado por las mesnadas de los Reyes Católicos, como estandarte de guerra, debido a que resultaba cómodo de enrollar. Una vez que entraban en las fortalezas hispano-musulmanas lo desplegaban como símbolo de conquista, puesto que la Guerra de Granada poseía todavía la base ideológica medieval de la lucha contra el infiel. Conquistado Moclín el 26 de Julio de 1486, los muros de su castillo acogieron a los Reyes castellanos, y al “infantico”, hijo de Boabdil, que estuvo de rehén hasta la firma de las Capitulaciones de Santa Fe. En agradecimiento por lo reseñado anteriormente, Isabel y Fernando, donaron el estandarte a la Villa de Moclín, junto con una pequeña escultura que representaba a la Virgen de la Victoria.
Según la tradición más antigua, el Cristo recibe este nombre, porque un sacristán que padecía la enfermedad ocular de las cataratas (a la que vulgarmente se denominaba enfermedad del paño), y que estaba limpiando el cuadro, besó los pies del Cristo en el lienzo y su enfermedad fue curada milagrosamente. Después de esto vendría la mitificación y la devoción popular que convirtió al lienzo en una especie de fetiche que, con solo tocarlo, proporcionaba salud. La gente pasa un paño por el cuadro, como el sacristán que lo limpió, y la imagen adquiere propiedades curativas.
Años después, y reconocida por el arzobispado de Granada, se constituyó la Santa Hermandad del Santo Cristo del Paño, el 23 de Septiembre de 1695, y desde entonces la imagen es honrada cada año el 5 de Octubre, con misas y solemne procesión por la pintorescas calles del pueblo, lo que en la actualidad se complementa con unas fiestas patronales de, aproximadamente, 4 días de duración.
Históricamente, la romería está documentada desde el siglo XVII, aunque se supone una existencia anterior. Sin embargo su culto no llegaría hacerse verdaderamente popular, ni ser objeto de visitas de numerosos romeros provenientes de toda la provincia, hasta bien entrado este siglo.
Los romeros que acuden a esta romería provienen de toda la geografía andaluza, pero sobretodo de las provincias limítrofes, además de los lugareños de la Comarca de los Montes de Granada que lo dan a conocer como el Santo de Moclín.
Las eras y alrededores del pueblo son poblados por multitud de personas, al mismo tiempo que las calles se convierten en un mercadillo ambulante con sus tenderetes llenos de todos los productos que nos podamos imaginar, destacando las frutas otoñales típicas de esta zona como son las renombradas granadas de los Tajos de Hoz, nueces, almendras, y todos aquellos frutos de las huertas del río velillos.
La llegada al pueblo de los romeros y la feria han cambiado sustancialmente con el paso de los años, pero lo que verdaderamente perdura, con la misma tónica que con la que comenzó, es la salida del Santo en procesión por la calles del pueblo. Antes de este solemne acto, se celebran misas desde las primeras horas del día en el santuario del Cristo, enclavado dentro del recinto amurallado. Tras las misas, el Cristo sale en procesión por las calles del pueblo, y al finalizar se lleva la Sagrada Imagen de nuevo a su santuario de la Iglesia de Nuestra Señora de la Encarnación, donde será venerado durante el resto del año, por gente anónima que se acerca para agradecerle favores otorgados.
Hay numerosos devotos, que cumpliendo determinadas promesas, suben hasta el Templo de rodillas, descalzos, brazos en cruz, o vestidos con mortajas.
Entre la religión y el folklore, la tradicional romería sigue cumpliendo cada 5 de Octubre su ya larga historia de celebraciones. La devoción al Cristo sigue viva y en aumento y en la actualidad más de 25000 romeros llegados en diversos medios de locomoción, desbordan las carreteras de acceso al pueblo. Una marea humana se aglomera en torno al santuario y sus aledaños, convirtiendo el Día del Santo de Moclín en uno de los fenómenos sociológicos más importante de Andalucía.
El santuario del Cristo del Paño puede ser visitado por los turistas o fieles todos los días de la semana a excepción del jueves, que está cerrado al público.
El castillo de Moclín es una de las mejores piezas defensivas de la época Nazarí, y el único que conserva el cinturón de murallas al completo. También llamado Hins Al–Muqlin, “fortaleza de las dos pupilas”, surgió como castillo fronterizo entre los reinos de Granada y Castilla, fue continuamente asediado durante el asentamiento hispano-musulmán, cayendo en manos de los Reyes Católicos en 1486. Destacan en él dos zonas bien diferenciadas.
La primera la constituyen las murallas exteriores, que alcanzan su mayor esbeltez hacia el oeste y el sur, decreciendo conforme se avanza hacia los Tajos de la Hoz. En algunos puntos la propia roca hace funciones defensivas. La entrada al castillo se realiza de forma muy característica, su puerta de acceso es de arco apuntado, el acoso se inicia mediante un corredor, situado a extramuros y orientado de oeste a este. Dentro de la primera parte se encuentra también el ‘albacar’, espacio interior entre la Alcazaba y la muralla exterior.
Por el camino real que aún existe se llegaba a la segunda zona del castillo, la alcazaba, a ella se entraba también mediante una puerta más simple que la principal, en ella sobresale la Torre del Homenaje, la más alta de todas. Está ubicada en el ángulo nordeste del mismo, dando vista a las tierras de Alcalá la Real. Dentro de la alcazaba destaca también el aljibe, de grandes dimensiones y capital importancia en caso de asedio, está situado en la parte superior del castillo.
En 1931 fue declarado monumento histórico-artístico. El recinto murado es Bien de Interés Cultural con la categoría de Monumento.
Mandada a construir sobre una antigua mezquita musulmana por los Reyes Católicos, sus obras fueron acometidas por el arquitecto Francisco Prieto Moreno. Su capilla mayor es de mediados del siglo XVI, de Martín de Bolívar. Está muy reformada tras los destrozos de la Guerra Civil. En su interior alberga el cuadro del Cristo del Paño.
Extramuros, al comienzo de la villa cristiana, se halla la Casa del Pósito, granero público del siglo XVI atribuido a Pablo de Rojas, y mandada a construir por Felipe II. Aprovecha la pendiente para desarrollar dos plantas. Presenta dos portadas renacentistas, realizadas en sillería, con arcos de medio punto y el escudo de Felipe II sobre la principal. Su cubierta es a una sola agua, a la molinera. Hoy es un Centro Cultural que contiene piezas de etnografía y alberga numerosas actividades. Es de dominio privado.
La Ermita de San Antón, patrón del pueblo y de los ganaderos, destruida también en la Guerra Civil, desde donde contemplar una impresionante vista de los Tajos de la Hoz, el pueblo de Olivares, el valle del Velillos y la Vega de Granada.
Construido en el siglo XVI, es, por su estructura y decoración renacentista. Está realizado en piedra de cantera con frontal o base de molduras curvas y motivos de jarrones.
En él se observa una inscripción incompleta que señala su patronazgo y fecha de construcción.
En los alrededores de Moclín encontramos numerosas atalayas o torres vigías situadas estratégicamente, que controlaban los movimientos de las tropas cristianas y las cuales cubrían la defensa del territorio.
Algunas son:
La torre de Mingoandrés se alza sobre el cerro del mismo nombre, en el término municipal de Moclín.
La torre de Mingoandrés controlaba una amplia franja de terreno del norte y el este. Su buena situación le permitía controlar un mayor número de kilómetros que las torres cercanas.
La torre de la Porqueriza se alza a 900 metros de altitud en el término municipal de Moclín, en una privilegiada situación a 3 kilómetros de Moclín y a 2 kilómetros de Tózar.

Se trata de una construcción de planta redonda, maciza hasta la mitad, mientras que en la parte superior, a 5 metros del suelo, existe una habitación. En la parte oeste del cerro donde se halla la torre, se ha encontrado cerámica árabe, lo que hace pensar en la existencia de una pequeña aldea.
La torre de La Porqueriza conectaba visualmente con Moclín y con la torre de Mingoandrés, y controlaba los valles orientales de Alcalá la Real.
La torre de la Solana se encuentra en una zona intermedia entre las torres de la Porqueriza y de Mingoandrés, vigilando los barrancos cercanos a la fortaleza de Moclín. Su estructura es redonda, tiene una altura de 6,8 metros, es maciza hasta la mitad, y posee una habitación en la parte superior.
- Torre del Alto de la Torrecilla
La torre del Alto de la Torrecilla se levanta a 1.198 metros de altitud sobre un cerro del Alto de la Torrecilla, al sur de la carretera que une Moclín y Puerto Lope, en el término municipal de Moclín, cercana al punto más alto de la sierra, el Morrón de Catena.
Se trata de una torre atalaya de forma cilíndrica y planta circular de 5 metros de diámetro de la que prácticamente sólo se conserva el perímetro de su base, una altura de 0,5 metros, y enterrada en sus escombros.
La torre del Alto de la Torrecilla es una torre atalaya de origen árabe que formaba, junto con las torres de La Peña del Yeso (Alcalá la Real, Jaén) y Abril (Alcalá la Real, Jaén), la línea de comunicación que unía Alcalá la Real con Granada a través de Moclín e Íllora. La zona fue destruida durante la Guerra Civil por trincheras que cruzan el asentamiento.
La torre de la Gallina se encuentra en el Alto de la torrecilla, en la ladera oeste de la Sierra de Moclín, a 2,5 kilómetros de la localidad de Puerto Lope, perteneciente al término municipal de Moclín.
Se trata de una atalaya de época nazarí, posiblemente del siglo XIV, que formaba parte del sistema defensivo del poderoso castillo de Moclín, y su situación en las últimas estribaciones occidentales de la sierra de Moclín le daban un importante papel estratégico, al ser el nexo de comunicación visual con las torres del sistema defensivo del castillo de Íllora, así como con la atalaya de la Mesa, que era a su vez el punto de conexión con todo el sistema de defensa de la propia capital nazarí.
Se comunicaba visualmente también con la torre de Mingoandrés y las ubicadas en el término de Mora.
Torre cilíndrica de planta circular de unos 6 metros de diámetro aproximadamente, que conserva una altura de 3,80 metros. Tiene la particularidad de presentar una habitación en el subsuelo, una especie de sótano abovedado al que se accedía por una pequeña puerta en la parte suroeste.
En los alrededores de la torre hay bastantes restos de cerámica y de otras construcciones, y aunque por su tipología la torre se aproxima a las atalayas, presenta características de las torres de tipo alquería.
En la parte inferior del castillo de Moclín destaca la torre-puerta de acceso al conjunto, en el cual se combinan elementos defensivos, entrada en doble recodo, y simbólicos, como el escudo de la dinastía nazarí y la llave, ubicados en las claves de ambos arcos.
El nombre de la cueva viene de la reconquista. Cuentan que los cristianos no eran capaces de doblegar a los musulmanes con las tácticas habituales, ya que la fortaleza de Moclín estaba en un enclave privilegiado, que junto a la red de atalayas era muy difícil sorprenderlos. Dicen que un buen día algún iluminado cristiano atinó con la idea de atacar a los musulmanes en la hora del almuerzo, y así lo hicieron, atacaron cuando estaban comiendo en la cueva. A partir de ahí se conoce la cueva como Cueva de Malalmuerzo.
La cueva tiene gran importancia por ser uno de los yacimientos neolíticos más importantes de España, la antesala de la entrada es de dimensiones considerables por lo que resultó un cómodo refugio para nuestros ancestros. La cueva está repleta de numerosas salas de pequeño y mediano tamaño llenas de estalactitas y en las que también podemos encontrar pinturas rupestres con escenas de caza del paleolítico.